El olor de pies se produce por el contacto entre el sudor y las bacterias que hay sobre la superficie de los pies que al descomponerse producen amonio y ácido graso.
Normalmente con una buena higiene diaria de los pies es suficiente para mantener a raya el mal olor, sin embargo, hay veces que por mucho que se laven el olor no desaparece.

El olor de pies se produce por el contacto entre el sudor y las bacterias que hay sobre la superficie de los pies que al descomponerse producen amonio y ácido graso.
Normalmente con una buena higiene diaria de los pies es suficiente para mantener a raya el mal olor, sin embargo, hay veces que por mucho que se laven el olor no desaparece.
Causas del mal olor de pies
Infección por hongos o bacterias: como el pie de atleta o la bomhidrosis.
Estrés y ansiedad: pueden liberar algunas hormonas que estimulan las glándulas sudoríparas.
Calzado o calcetines sintéticos: utilizar este tipo de material impide que el pie transpire correctamente.
Alteraciones hormonales: al igual que el estrés puede provocar una mayor sudoración.
Alimentación: existen algunos alimentos que pueden contribuir al mal olor de pies como son el picante, el ajo, la cebolla o la cafeína.
Algunos medicamentos: como los antidepresivos.
El consumo de alcohol y tabaco.
Hiperhidrosis: es una patología que produce una sudoración excesiva incluso en estado de reposo.
Enfermedades sistémicas que afecten al riñón, el hígado o produzcan alteraciones hormonales.
Tratamiento y consejos para eliminar el mal olor
Lava los pies diariamente con jabón desinfectante.
Después de cada lavado sécalos minuciosamente para evitar la humedad.
Utiliza calcetines de materiales transpirables como el algodón. Si es necesario para mantener los pies secos, cámbialos más de una vez al día.
Elige calzado que permita transpirar los pies, como los realizados con cuero.
Puedes utilizar polvos de talco o algún desodorante para pies si hay una elevada sudoración.
Recomendación final
Si con estos consejos no es suficiente para eliminar el olor, visita a un podólogo colegiado y titulado que estudiará tu caso particular, determinará cuál es la causa concreta y te prescribirá el tratamiento necesario.